Datos personales

Mi foto
Pontevedra, Pontevedra, Spain
Lic. CC Económicas y EE. por la USC, Post Grado Banca Comercial "Cum Laude" UB y Especialista en Dirección Financiera por la UOC.

Visitas recibidas

Buscar en este blog

lunes, 25 de abril de 2016

Matías Balsera Rodríguez, (1883-1953) primer radioaficionado y DX-ista español en 1903 Capítulo III (1915-1924)

Matías Balsera Rodríguez, (1883-1953) primer radioaficionado y  DX-ista español en 1903
Capítulo III (1915-1924)

Tomás Manuel Abeigón Vidal (EA1CIU)
abeigont@gmail.com
Pontevedra


A comienzos de agosto de 1915 se publica una noticia en el periódico El Radical que causará gran revuelo en la prensa en los días sucesivos . Se trata de la supuesta existencia de una estación clandestina de telegrafía sin hilos en el domicilio de Juan Balsera Rodríguez, hermano de Matías, el cual trabajaba también en Telégrafos como aspirante de contabilidad. Al parecer, a través de ella se habrían captado noticias procedentes de Berlín y Viena. Según publican los principales periódicos madrileños y nacionales, al enterarse de la noticia el Director General de Correos y Telégrafos, Emilio Ortuño Berte, este procedió a ordenar la inmediata visita de inspección al domicilio del denunciado, tras la cual, el director del centro de telégrafos emitió el siguiente comunicado:

"Me he personado en el domicilio del aspirante de contabilidad y oficinas Juan Balsera y Rodríguez para comprobar si dicho señor tiene una estación de radiotelegrafía. He podido comprobar que no existe tal estación, poseyendo solamente dicho funcionario una pequeña tabla de madera, donde tiene montado un cohesor muy rudimentario, una pila y un auricular telefónico. No hay instalación de antena ni nada que como tal pueda utilizarse. 
Resulta evidente que con estos medios tan imperfectos es imposible recibir señales radiotelegráficas, como no provengan de una estación muy próxima o potente.
Según manifiesta el propio señor Balsera, construyó esos aparatos por mera distracción, sin perseguir otro fin importante y no habiéndolo usado más que una vez solamente, para lo cual, sirviéndose de un pequeño globo de caucho de los que se compran a los niños, elevaba un hilo muy finito de cobre que utilizaba a guisa de antena, con el cual, según dice, percibió débilmente la señales de la estación de Carabanchel, no habiendo repetido la experiencia en ninguna otra ocasión.
Cuanto se dice, pues, en el artículo de El Radical es pura fantasía.".

De todo ello se informó al Ministro de la Gobernación, Sánchez Guerra. 

Días más tarde, El diario madrileño El Globo, en su edición del 21 de agosto, da cuenta de una carta que desde Londres había dirigido Matías Balsera al Director General de Correos y Telégrafos, quien la había hecho llegar Ministro de la Gobernación, y de cuyo contenido da este cuenta a la prensa. En ella, se expresaba

"[...] pidiéndole que no conceda a su hermano Juan excedencia que ha solicitado para dedicarse al estudio de aparatos de telegrafía, pues todos los inventos de que alardea su referido hermano no son más que ilusiones que se ha forjado y que dieron motivo a suponer que había establecido en su domicilio una antena [...]".  Ese mismo día, El Heraldo de Madrid, refiere la misma información, dando más detalles de lo expuesto en la carta por el pensionado. Este, según recoge la noticia, "[...]  había visto con gran extrañeza que la Prensa española hablase de unos inventos de su hermano Juan relacionados con la telegrafía sin hilos, cuando precisamente su hermano no tiene nada de inventor; a lo sumo, y esto muy deficientemente, espíritu de imitación de lo que él hace. En suma; que le molesta que se le haya confundido con su hermano.[...]".

Existe constatación documental de que Juan Balsera obtuvo patente de invención de varios aparatos por lo que tal vez Matías Balsera, con el envío de su carta, pretendiese proteger a su hermano de las consecuencias graves de tener una estación de telegrafía sin hilos clandestina, como por otro lado, parece que sí existió, aunque sólo fuese para uso experimental. Además de estar prohibido desde 1908 el establecimiento de estaciones privadas de radiotelegrafía, la circunstancia de producirse el hecho en pleno desenvolvimiento de la I Guerra Mundial hacía aún más punible su posesión.



Fig. 1 Expediente patente núm. 4.378



Durante los años que residió en Inglaterra, Matías Balsera, realizó estudios de ingeniería en el King College, donde conoció e hizo amistad con inventores célebres como Donald Maurray y Creed, campeones mundiales de telegrafía rápida. Funda la compañía Balsera's Patents Limited , y entre 1916 y 1921, efectúa el registro de patente, de varios de sus inventos en España, Francia, Inglaterra y Estados Unidos de América, y lo solicita también, de al menos uno de ellos, en Brasil. Sin ánimo de pretender efectuar una relación exhaustiva, estas son algunas de las obtenidas: el 22 de mayo de 1916 en Inglaterra, con el número 4.378 "Telegraphic printing Aparatus"; el 27 de septiembre de 1917, en Inglaterra, con el número 109.707, "Improvements in or relating to Polarized Electric Relays"; el 6 de octubre de 1919, en España, con el número 71.024, "Perfeccionamientos en los aparatos de rayos-X"; el 26 de junio de 1920, en Francia, con el número 504.189, "Appareil á rayons X"; el 2 de abril de 1921, en Francia, con el número 515.514, "Perfectionnements aux appareils á rayons X"  y con el número 515.515, "Perfectionnements aux moteurs á combustion interne du type rotatif "; el 6 de septiembre de 1921, en Estados Unidos, con el número 1.390.250 "X-Ray Apparatus"; por último, el 10 de septiembre de 1921, en Brasil, solicitó el registro de "Aperfeiçoamentos relativos aos apparelhos de raios X".

En 1917 se había constituido en Londres el Centro Español, con el que Matías Balsera colabora, formando parte de los más de 600 socios que tiene el mismo entre empresas y particulares.

El Radio-esteroscopio, como el denominaba a su aparato de rayos-X fue adoptado por el Saint Mary Hospital de Londres.

El diario católico de Madrid, El Siglo Futuro, recoge en su edición del día 21 de agosto se de 1918 una noticia sobre un invento de Juan Balsera que bajo el título «Una conquista de la Ciencia, el dúplex telefónico. Un invento español», habla de su importancia al permitir duplicar el rendimiento de los circuitos telefónicos. Se refiere al inventor del que, entre otras cosas dice:

"[...] Se trata de una dinastía de inventores. Entre sus antepasados figuraron ya exploradores de las ciencias ocultas, y otro Balsera, hermano de este que nos ocupamos [Matías Balsera Rodríguez], fue un tiempo orgullo del Cuerpo de Telégrafos, donde su ingenio dejó grata huella de su paso, si bien el abandono y la indiferencia de nuestros Gobiernos, la falta de apoyo oficial, empujáronle fuera de su patria. Hoy es Inglaterra quien explota el talento y las singulares aptitudes de este compatriota nuestro [...]".

En junio de 1921, Balsera viajó a España con intención de someter a juicio de los técnicos el funcionamiento de su "Aparato telegráfico impresor sistema Balsera", inventado por él, construido y patentado en Londres y que había causado sensación oficial y funcionaba con éxito en Francia  e Inglaterra.

La revista El Telégrafo Español publicó en el número 28, de 30 de junio de 1921 un artículo escrito por el propio inventor, en el que describe con detalle el funcionamiento y ventajas de su sistema respecto al Hughes, que era el que se venía empleando hasta el momento. En palabras del propio Balsera:

"[...] Aunque el principio sea idéntico, la resultante es una cosa completamente distinta en todas sus operaciones. El Hughes es un aparato esencialmente mecánico, mientras que el Balsera lo es eléctrico. Tiende este sistema a suprimir toda complicación mencánica innecesaria, alargando de este modo la vida del aparato, reduciendo su coste, procurando un mayor rendimiento y obteniendo otras ventajas de carácter práctico que faciliten su manipulación y su eficiencia [...]".


Portada de El Telégrafo Español nº 28
Museo U.R.E. (Gracias Vicente)


Artículo escrito por Matías Balsera en el Telégrafo Español
Reproducción obtenida del Museo U.R.E. (Gracias Vicente)

Matías Balsera posa ante su Aparato Telegráfico Impresor


Detalle del Sistema Balsera con teclado parecido al Hughes

Otra fotografía del Aparato Telegráfico Iimpresor Sistema Balsera


El 2 de agosto de 1921, en la sala de Actos del Palacio de Comunicaciones, da una conferencia sobre su Sistema Balsera mismos exponiendo los fundamentos científicos en que se basa y la rapidez que permite alcanzar en la transmisión de mensajes telegráficos. A pesar del éxito de las prueba, este sistema no se llegó a adoptaron en España alegando, esta vez, que  estaban construidos en el extranjero.

Matías Balsera en el Palacio de Comunicaciones de Madrid en 1921

Matías Balsera regresa a España después de una ausencia de ocho años. Sin embargo, todavía viajará al extranjero debido a sus negocios, sobre todo a Francia e Inglaterra, donde a mediados de abril de 1922 se produce la liquidación de su sociedad Balsera's Patents Limited.

En estos países europeos Balsera había conformado su proyecto para implantar en España el Broadcasting. A ellos había llegado importado de Estados Unidos a comienzos de los años viente del siglo pasado, causando gran interés y expectación.


Una intervíu con el Sr. Balsera

Una reveladora entrevista publicada por el diario El Sol de Madrid el 24 de noviembre de 1922 nos da las claves de la autoría de la introducción en nuestro país de la radiodifusión. Comienza el periodísta, que firma bajo las iniciales E.H. de U., haciendo una introducción bajo el título «Una intervíu con el Sr. Balsera. La telefonía sin hilos al alcance de todas las fortunas», en la que narra cómo  desde un rincón de la habitación donde se efectúa la entrevista llegan unas notas melódicas y puras de un concierto de violín. Tratando de descubrir al artista, se acerca a una pequeña bocina detrás de la cual "[...] adosadas a una especie de buró lucen unas lámparas de forma extraña [...]" ... "[...] Estamos presenciando uno de los ensayos de telefonía sin hilos que el ingeniero y oficial de Telégrafos D. Matías Balsera, viene realizando por orden de la Dirección General del Cuerpo. [...]".

Estos ensayos se iniciaron mediante un proyecto que Balsera presentó al Director General de Telégrafos, Jorge Silvela, quien le apoyó en la puesta en marcha del mismo. Al regresar a España después de una larga ausencia  "[...] ofrece al país la implantación de un servicio nuevo, culto y de gran importancia para el desarrollo de la industria radiotelegráfica nacional. Se trata del Broadcasting [...]". 
"[...] Merced al maravilloso invento de la ía y a la magnífica organización del servicio, con un sencillísimo aparato, puede cada persona oír cómodamente desde su casa de la ciudad o del campo, los conciertos, conferencias, noticias importantes, etc. que en forma de ondas eléctricas se lanzan al espacio desde la estación emisora. [...]".
"[...] Millones de personas [en el mundo] recogen actualmente esas magníficas ondas que después se transforman en notas musicales o palabras [...]". 
"[...] El señor Balsera, durante su permanencia en Inglaterra, ha estudiado la organización de este servicio, y ahora, tomando como base lo hecho en el extranjero, propone que, a cargo siempre del Cuerpo de Telégrafos, se establezca un servicio de «Broadcasting», utilizando la estación radiotelefónica del Palacio de Comunicaciones.
Tiene estudiada la manera, y comenzadas las gestiones para que por radiotelefonía puedan lanzarse al espacio: 
Los conciertos de las orquestas Filarmónica y Sinfónica, Banda Municipal y Alabarderos. Las sesiones del Congreso, Senado y Ayuntamiento. Las conferencias del Ateneo y círculos políticos. La ópera del Real. Las listas de la lotería, sermones notables, noticias de Prensa, reseñas de toros, y, en general, todo aquello que al público pueda interesar [...]".

Continúa el relato de la entrevista en la que Matías Balsera informa que su proyecto de Broadcasting ha sido presentado por escrito a la Dirección General de Telégrafos para que nadie lo pueda tomar como propio, prescindiendo de él, o quede traspapelado. Manifiesta que el interés que le mueve es hacer ver a los telegrafistas extranjeros que los telegrafistas españoles "[...] somos capaces de establecer servicios tan perfectos o más que ellos, demostrando que España no va a la zaga de las demás naciones en cuanto a cultura y capacidad [...]".

En cuanto a la puesta en marcha, indica que a primeros de año, 1923, podría estar en funcionamiento siempre que el Director General de Telégrafos le diese el apoyo necesario para ello.

Sobre el proyecto de Broadcasting propuesto por Balsera, en el libro del oficial del Cuerpo de Teleégrafos, Enrique Mata Lloret, titulado La telefonía sin hilos al alcance de todos, publicado a finales de 1923, se incluyó como suplemento, al final del mismo una detallada descripción del modelo ideado por Matías Balsera. En resumen, se trata de que una estación central conectada mediante cable con los centros de interés (Teatro, Parlamento, etc.), efectuase la emisión a otras estaciones receptoras transmisoras distribuidas estratégicamente por todo el territorio nacional.

En este mismo libro, se describe otro invento de Balsera, el "Radio-megáfono Balsera", amplificador al aire comprimido.

Portada del libro de Mata Lloret (1923)

Modelo Balsera de Broadcasting para España

Siguiendo con la entrevista a Balsera, a continuación revela los motivos que le llevaron a irse al extranjero: "[...] Me fui al extranjero porque  la oposición que a todo lo mío declararon ciertos jefes de la Dirección General de Telégrafos, creando una atmósfera desfavorable alrededor de los directores generales, en perjuicio de mis proyectos, me hicieron la vida imposible y tuve que emigrar porque yo no sé ganar mi sueldo sentado ante una mesa «copineando» despachos [...].".

Confiesa, siguiendo el relato de la entrevista, sospechar que dicha campaña haya sido reanudada al no explicarse como al ser el Bradcasting un proyecto de interés, en primer lugar, para el Cuerpo de Telégrafos, todavía no haya "[...] un jefe que lo patrocine y trate de conseguir el apoyo del director... [...]".

Balsera cree que "[...] si el Estado no toma esto en serio, como quiera que la marcha del progreso no puede ser detenida por el criterio de personajes ni personajillos, no faltarán Compañías que, como la Marconi y la Ibérica de Telecomunicación, soliciten y consigan concesiones para establecerlo, en perjuicio del Estado, del mismo público y del Cuerpo de Telégrafos [...]".


Portada de Radiotelefonía publicada en septiembre de 1925

Siguiendo las últimas páginas del libro que Matías Balsera publicó en septiembre de 1925, titulado Radiotelefonía, sabemos que al regresar el autor a España "[...] propone al Director General la realización de ensayos demostrativos, y durante el verano de 1922 se empiezan las primeras emisiones difusoras gramofónicas. Durante el otoño, y enlazando con una línea telefónica la estación Radio del Palacio de Comunicaciones con el template del Ideal Retiro, se emiten los conciertos de la Banda Municipal de Madrid. Empieza la Ópera en el teatro Real y, utilizándose otro circuito telefónico, se lanza al espacio la primera ópera de la temporada, Los Maestros Cantores... [...]".

Palacio de Comunicaciones de Madrid

La primera estación radiotelefónica oficial de carácter civil que existió en España fue la que los telegrafistas españoles tenían instalada en octubre de 1922 en una reducida habitación del primer piso del Palacio de Comunicaciones de Madrid. Su potencia era de 1 Kw conseguido empleando dos tubos de medio y que con un rendimiento normal podía ser escuchada en toda la península, Baleares y norte de África. Su construcción se había efectuado en España, en donde también se fabricaran los materiales que la componían, habiendo sido instalada por Antonio Castilla López.

Antonio Castilla López

La estación era atendida por los telegrafistas Juan Loreto Fernández, Matías Balsera Rodríguez y Jesús Nérida García. Tenían también instalado un micrófono en el kiosko de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid en el parque del Retiro desde donde transmitían los conciertos que dirigía el maestro Ricardo Villa González que eran recibidos en las estaciones de Ciudad Lineal, Carabanchel y algunos buques en el mar. Un día se les ocurrió la idea de lanzar el sonido al hall del Palacio de Comunicaciones para que todos los que allí se congregaron pudieran escuchar las emisiones sirviendo al mismo tiempo como medio para hacer propaganda de la Radiotelefonía. En otra ocasión y sobre un camión montaron una estación transportable que emplazaron en El Escorial, donde el Director General, Jorge Silvela y otros invitados pudieron escuchar los discos puestos en un gramófono situado en la estación radio de Madrid. Silvela tenía instalado un receptor en su despacho desde donde seguía las emisiones de radiodifusión que Balsera y sus compañeros efectuaban en pruebas.

A pesar del éxito de los ensayos y después de recibir felicitaciones del norte de África y de la península por sus emisiones, utilizando palabras del propio Matías Balsera: [...] son tales los obstáculos que salen al paso y de tal naturaleza, que convencido de que no se puede ir contra el ambiente ... decide [él] suspender y aplazar para mañana lo que pudo haberse hecho aquel día [...]"

El 1 de octubre de 1922 se constituyó en la Escuela Industrial de Madrid el Radio Club de España, entidad que nace con la pretensión de fomentar el conocimiento y desarrollo de la telegrafía sin hilos y la radiodifusión en nuestro país, recibiendo numerosas adhesiones procedentes de la capital y diversas provincias de España, entre ellas, figuraba la de los tres telegrafistas encargados de la Estación radiotelefónica del Palacio de Comunicaciones. Una vez elegida la Junta Directiva en asamblea general extraordinaria posterior a la constitución del Radio Club, Matías Balsera formó parte de la misma como vocal.

El 25 de mayo de 1923 el oficial de Telégrafos de Almería Miguel García Cobos escribía el primer artículo de una serie de 7 que se publicaron en el diario de dicha localidad La Crónica meridional referidos al Broadcasting dando a conocer su funcionamiento en Estados Unidos, donde goza ya de una gran actividad.

García Cobos alerta sobre la posible caída en España de este importante servicio para la población en manos de empresas como la Compañía Nacional de Telegrafía sin Hilos, controlada por Marconi y que no considera española. Por eso cree necesario que sea el Cuerpo de Telégrafos el que asuma la prestación del broadcasting y que sea monopolio exclusivo del Estado. García Cobos se refiere a continuación a la situación en Inglaterra del incipiente servicio de broadcasting que no está tan desarrollado como en Estados Unidos y que se limita a retransmitir por el Daily mail conciertos emitidos desde La Haya. Menciona entonces el proyecto de implantación de broadcasting que Matías Balsera presentó al Director General de Comunicaciones, cuyo modelo se basa el sistema de duplex radio o retransmisión. García Cobos se extiende en describir las experiencias efectuadas por Balsera y el funcionamiento de su sistema en fase de ensayo, pero que ha demostrado su eficacia. Finaliza el artículo insistiendo en la necesidad de que sea el Cuerpo de Telégrafos el que gestione el servicio de broadcasting español, evitando que este caiga en manos extranjeras.

Surge en Madrid en el verano de 1923 un banco industrial constituido a base de cooperativa y con vocación de promover y desarrollar proyectos empresariales e industriales. Dicha entidad se denominó Banco Español, siendo Matías Balsera nombrado Director de la sección de Descubrimientos y Patentes del mismo. 

En 1924, en la revista Nuevo Mundo de 23 de mayo, un artículo titulado "Figura de la semana: La antena de la Radio Ibérica"  firmado por Enrique González Fiol empieza diciendo: "Ha comenzado a funcionar con regularidad la antena de la Radio Ibérica y tenemos ya un buen principio de Broadcasting español [...]".

 
Aparatos receptores construidos por Radio Ibérica en 1924
"[...] Muchos ignoran las dificultades de toda índole con que se hubo de luchar; De más graves, las opuestas por la incomprensión de los anteriores gobernantes, que consideraban como atentatorio contra la seguridad del Estado todo ensayo de radiodifusión, hasta que el advenimiento del nuevo régimen político les puso fin [...]".


Antena de la Radio Ibérica, germen del Broadcasting nacional, es la culminación de "[...] la perseverancia y el estudio de dos grandes ilustres oficiales españoles de Telégrafos, D. Antonio Castilla [López] y D. Matías Balsera [Rodríguez], autor de los primeros ensayos de broadcasting desde la Radio del Palacio de Comunicaciones; ensayos que le valieronvez de apoyos, estímulos y recompensas, persecuciones y contrariedades, por la incomprensión de las anteriores alturas oficiales, hasta el punto de darle derecho a figurar en un martiriólogo de la Radio nacional [...]".

El 20 de julio de 1924 se celebró la Asamblea General de la Asociación Radio Española, constituido el 18 de mayo de 1924, para elegir Junta Directiva, cuya composición resultante fue la siguiente: Presidente Honorario, Antonio Castilla; Presidente, Gonzalo de Aguilera Munro, Conde de Alba de Yeltes; Vicepresidente Primero, Matías Balsera; Vicepresidente segundo, Julio Palacios; Secretario General, Fernando Sanahuja; Secretario Primero, Carlos España; Tesorero, Gregorio Gallardo; Contador, Pedro Roa; Vocal Primero, Jorge La Riva; Vocal segundo, Francisco Muñiz; Vocal tercero, F. Troncoso; Vocal cuarto, Ángel sobejano; Vocal quinto, A. Camarero; Vocal sexto, Enrique González; Vocal séptimo, Antonio Azpeitia; Vocal octavo, Miguel Moya.




En el diario La Libertad, y dentro de la la sección Radiotelefonía que firma Arturo Pérez Camarero bajo él seudónimo Micrófono, se anuncia en la edición del día 22 de julio de 1924  la conferencia que al día siguiente pronunciaría Matías Balsera a través de la estación de la calle Rodríguez San Pedro de Madrid sobre la Radiodifusión. Balsera era en ese momento Vicepresidente de la Junta Superior de la Asociación Radio Española recientemente  constituida (18 de mayo). La emisión fue efectuada en longitud de onda de 335 metros y con intensidad suficiente para que los galenistas pudiesen escucharla. La hora de emisión se eligió para que cuando comenzase a emitir Radio Ibérica hubiese finalizado de funcionar la estación del Sr. Zuazo dada la coincidencia de la longitud de onda de ambas. (Continuará)



miércoles, 6 de abril de 2016

Matías Balsera Rodríguez, (1883-1953) primer radioaficionado y DX-ista español en 1903 Capítulo II (1908-1914)

Matías Balsera Rodríguez, (1883-1953) primer radioaficionado y  DX-ista español en 1903
Capítulo II (1908-1914)

Tomás Manuel Abeigón Vidal (EA1CIU)
Pontevedra


Comienza 1908 y la ayuda prometida por el gobierno no llegaba. En el Congreso, el diputado y ex-ministro de la gobernación Benigno Quiroga López Ballesteros efectúa una interpelación al Ministro de Marina respecto a la aplicación del sistema Balsera en la Armada española, que tras las experiencias efectuadas con éxito en Cartagena, se había acordado mediante Real Orden, sin que hasta la fecha hubiese sido cumplido. Benigno Quiroga hizo que el Diario de Sesiones de aquel día insertase el informe y R. O. del Ministerio de Marina, como satisfacción al inventor.

Benigno Quiroga López, ex-ministro de Gobernación

Del acta citada merece la pena destacar los siguientes párrafos:

 "[...] Después de hacer el Sr. Balsera una detenida descripción de los aparatos, hizo funcionar estos, primero bajo la acción única de la estación transmisora debidamente sintonizada con ellos, después actuando además de ésta, las tres estaciones que hacían el papel de perturbadoras, las cuales no obstante encontrarse más próximas de los aparatos receptores y ser dos de ellas de mucha mayor potencia que la transmisora, no consiguieron turbar la marcha regular de los aparatos, que funcionaron obedeciendo fielmente a las indicaciones que se ordenaron, demostrando de una manera evidente la garantía de que con este sistema los aparatos de referencia no han de ser molestados por ondas extrañas emitidas casual o intencionadamente. [...]" ... "[...] Los aparatos que ha presentado cl Sr. Balsera son de la construcción más tosca que puede imaginarse, denotando una escasez casi absoluta de recursos, al mismo tiempo que demuestran una perseverancia por parte de su autor y constructor digna del mayor elogio. Pero el asunto que se ventila es de tal importancia, que creemos no debería prescindirse de llevarse a cabo pruebas a distancia, facilitando el Gobierno los recursos y la ayuda que le fuera dable. [...]".

El 9 de marzo de 1908 fallecía en Madrid Benigno Quiroga, perdiendo Matías Balsera a un gran defensor de su trabajo como inventor. El Consejo de Ministros, en su reunión del 17 de abril aprobó un expediente a propuesta de José Ferrándiz Niño, Ministro de Marina, que da lugar al R.D. de 20 de mayo de 1908 autorizando a Balsera a "construir, por vía de ensayo, un modelo de aparato sintonizador y torpedo dirigible de su invención", consignando para ello un crédito de 10.550 pesetas con cargo al presupuesto de Marina, muy lejos de las 50.000  que el inventor consideraba necesarias.

José Ferrándiz Niño, ministro de Marina
Balsera solicitó patente de invención de una nueva creación suya que el 4 de junio de 1908 figura «en suspenso» en el Registro de Patentes que le asignara el número 43.380 al expediente denominado: "Un sistema avisador múltiple Balsera". 

Poco tiempo después, el avisador múltiple Balsera se instaló en las estaciones telegráficas de Almorox, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias. Villa del Prado y Villaviciosa de Odón, todas de la provincia de Madrid, con intención de extenderlo al resto de estaciones de servicio limitado de España a medida que se fueran fabricando nuevas unidades . Como ya hemos comentado, Balsera se encontraba en Cáceres en julio de 1908 cuando pronunció su conferencia del día 14 . Su viaje a esta ciudad había sido motivado por la implantación de este sistema en la oficina de Telégrafos de la localidad. Salvo en los casos comentados, su sistema no sería nunca implantado como de uso general, a pesar de su buen funcionamiento y resultado.

En Sevilla, a finales de noviembre de 1908, los telegrafistas de la Central de la localidad obsequian con un lunch a Matías Balsera por sus éxitos constantes en los ensayos realizados con sus inventos .

En diciembre, Balsera viaja a Madrid para realizar una demostración de su aparato avisador reformado. Este se había presentado a un concurso convocado por el Director General de Comunicaciones, Emilio Ortuño Berte, deseoso de ver si se lograba, en un momento determinado, comunicar con una estación telegráfica limitada sin que en ella fuese precisa la presencia del telegrafista.



Emilio Ortuño Berte, Director General de Correos y Telégrafos

Matías Balsera se marcha a Inglaterra a finales de 1908 para realizar estudios sobre la telegrafía sin hilos y trabajar en otros inventos, sin dejar de lado el perfeccionamiento de su sistema director de torpedos, cuyas pruebas definitivas estaban previstas para febrero o marzo de 1909. El 21 de diciembre de 1908 Balsera demostró en el campamento de Aldershot (Londres), ante una comisión científica nombrada oficialmente por la War Office, que tenía resuelta la sintonía en la telegrafía sin hilos. Dicha comisión resumió sus conclusiones utilizando la siguiente frase: «Convencidos. Tienen ustedes lo que no tiene nadie».

Llegado el mes de junio de 1909, la revista Vida Marítima recoge, en su número del día 20, los nuevos ensayos realizados por Balsera: "[...] Después de largos y profundos estudios, y constantes experiencias, el Sr. Balsera ha conseguido realizar un invento que, por su importancia, representa una verdadera revolución científica.
Resuelta teórica y prácticamente la sintonía, y una vez descubierta la manera de ensayar las ondas magnéticas hertzianas a voluntad, el Sr. Balsera presenta un aparato con el que, desde una estación radiográfica cualquiera, a distancia de kilómetros, son dirigibles los torpedos.
En una serie de pruebas interesantes se ha visto navegar con absoluta precisión al buque, sin ningún tripulante, bombardeando automáticamente a un supuesto enemigo.

Matías Balsera con su transmisor sintonizado en la Casa de Campo

Barco con el receptor sintonizado  simulando ser el torpedo
En el Ministerio de Marina, donde con tanto interés se siguen estos ensayos, se ha nombrado una comisión técnica ante la que el Sr. Balsera repetirá en breve sus notables experimentos.
S. M. el Rey. conocedor desde el primer momento de la gran transcendencia militar de este aparato, ha mostrado grandes deseos de presenciar dichas pruebas, por lo que se piensa aprovechar su estancia en Madrid para realizarlas." .

Estas nuevas pruebas, previstas para el verano, se tuvieron que aplazar al no haber agua sufíciente en el lago de la Casa de Campo, donde Matías Balsera había construido un torpedero dirigible por telegrafía sin hilos, en lo cual empleo las 6.000 pesetas que recibiera como ampliación a la subvención inicialmente concedida a su proyecto.

Llegado el año 1910, Matías Balsera desarrolla un nuevo invento consistente en una estación radiotelegráfica sin pilas por el que obtiene patente con el número 46.372 siendo descrito como: "Un sistema de telegrafía eléctrica a base de las máquinas magneto-eléctricas, denominado telégrafo electro-magnético Balsera".  Este tiene la ventaja de poder funcionar en líneas variables y mal aisladas con total exactitud y hasta una distancia máxima de 300 km utilizando línea de hierro de 4 mm. Inicialmente se verificó su funcionamiento mediante una comunicación efectuada entre Madrid y Calatayud que distan aproximadamente 250 km. El sistema era aplicable a los aparatos Hughes, Bréguet y Morse.

Aparato telegráfico Hughes
Los ingenieros militares consideraron que, dadas las ventajas del invento, se resolvía el problema de la telegrafía militar por lo que Balsera presentó en enero de ese año una instancia al Ministerio de la Guerra para el estudio de su implantación en el ejército. El telégrafo electro-magnético resultaba también interesante para las Compañías de ferrocarril dado que en las estaciones de tren se utilizaban aparatos telegráficos Bréguet. El día 18 de enero es presentado oficialmente su invento al Director General de Comunicaciones.

En la calle Verónica de Madrid, Balsera tenía su modesto taller donde desarrolló sus inventos, contando como ayudantes a los oficiales de Telégrafos, Claudio Gutiérrez San Juan y Antonio Castilla López. Entre los proyectos en desarrollo de Balsera por esa época se encontraban:  «El Selector telefónico» y «El telégrafo y el regulador automático».

Según recoge un artículo firmado por Vicente Saulnier, redactor del periódico, en La Correspondencia de España de 21 de enero de 1910, basado en la visita que  efectuara el día anterior al taller del onubense, "Unos capitalistas bilbaínos han formado sociedad con el Sr. Balsera y en breve montarán un taller digno de un inventor, y no lóbrego y bajo qué hoy habita". Siguiendo la misma fuente, el inventor habría recibido del Estado Inglés, oferta de cinco millones de francos por la patente de su sintonizador y torpedo dirigido y la Sociedad de teléfonos francesa le habría efectuado oferta por su selector telefónico.

El 24 de Abril de 1910, ante el Director General de Correos y Telégrafos, Bernardo Mateo Sagasta Echeverría, el ex-director y alcalde de Madrid en ese momento, José Francos Rodríguez y gran número de funcionarios del Cuerpo de Telégrafos y la Prensa, Balsera efectuó en el lago de la Casa de Campo una nueva demostración del funcionamiento de su sistema sintonizado para dirigir torpedos y una vez más es felicitado por el éxito de la misma.


Nuevas pruebas en abril de 1910



En julio de 1910 dos oficiales franceses pretenden atribuirse el descubrimiento de la sintonía.

En el mes de agosto, Balsera obtiene la patente de invención número 48.763 por «Un sistema de telegrafía duplex-duplex impresor tipográfico, basado en división del tiempo con regulación o taquímetro». Este aparato sirve para transmitir dos despachos simultáneamente o para dirigir uno en un sentido y recibir otro en sentido contrario.

En diciembre de 1910 se nombró una Junta por R.O., a petición de Balsera, que dictaminase sobre su invento para la dirección de los torpedos a distancia, complementando así los ensayos de Cartagena. En mayo de 1911 se disolvió aquella sin presenciar ningún ensayo, argumentado que los trabajos de Matías Balsera no interesaban a la Marina de Guerra. En vista de esto, el inventor decidió esperar mejores tiempos, negándose a acceder a las proposiciones que le hacían del extranjero.

Un inventor alemán llamado Wirth, de Nuremberg, ensaya en octubre de 1911 con éxito un sistema de telemando parecido al Telekino de Torres Quevedo. La prensa española exclama: "¿y nuestro Torres Quevedo?, ¿No vale ni significa nada?" ... "¿Y qué dirá de esto nuestro compatriota el insigne telegrafista D. Matías Balsera?. El alemán obtenía respaldo  y reconocimiento de su gobierno mientras los españoles no lo conseguían del suyo.

Finalizando el año, el 4 de diciembre de 1911, Balsera lleva a cabo otra demostración de su invento director de torpedos sintonizado. El Heraldo Militar, tras reseñar las pruebas y el éxito de la mismas, se lamenta en su edición de 6 de diciembre del poco apoyo oficial al inventor con la siguiente reflexión: "[...] queremos hoy limitarnos a otro aspecto más interesante. Refiérese éste a la forma en que el inventor realiza sus trabajos, a la casi carencia de medios de que dispone y el verdadero calvario que nuestro ilustre compatriota recorre actualmente, cual si esta penuria y estos sinsabores fueren el triste patrimonio destinado a todos los inventores, y adviértase que, aparte de otros inventos asombrosos, el señor Balsera ha llegado a descubrir la sintonización de las ondas hertzianas, sin cuyo requisito el mismo maravillo invento de Marconi carece de eficacia, puesto que las comunicaciones pueden ser sorprendidas por cualquier estación ajena a las que comunican, y, por lo tanto, carecen del secreto indispensable [...]" .

Balsera desarrolla también en su taller de la calle de la Verónica de Madrid un "[...] «Auditor de ópera», merced al cual puede oírse por ejemplo, la ópera cantada en el Teatro Real de Madrid por un abonado de Barcelona con tanta intensidad como si estuviese este sentado en las butacas y sin que tenga que aplicarse al oído ningún género de aparato [...]" .

El 25 de febrero de 1912, en uno de los salones de la Central de Telégrafos tuvieron lugar las primeras pruebas con un nuevo invento de Balsera. Se trata de aplicar el aparato Hughes a la telegrafía sin hilos de tal forma que los marconigramas o radiogramas que se venían transmitiendo por medio de aparato auditivo, es decir, telefónicamente, sin que quedase registro gráfico de los mismos, puedan ser ahora impresos, tanto en los despachos emitidos como en los recibidos. Las pruebas se realizaron ante el Director de la Compañía Nacional de Telegrafía sin Hilos, Conde de Albyz y del ingeniero de la misma Sr. Ortega, asistiendo también jefes y oficiales de Telégrafos y representantes de la casa Marconi quienes quedaron gratamente impresionados. Situando en un extremo del salón  un aparato Hughes conectado a una estación de telegrafía sin hilos y en el otro extremo otro de forma análoga, se emitió un despacho que, sirviendo de prueba, consistió en un mensaje de saludo dirigido a Marconi, a quien fueron enviadas las cintas impresas por los aparatos emisor y receptor utilizados. Dada la corta distancia de la comunicación efectuada en el ensayo de ese día, se acordó repetirlo entre Madrid y Cádiz en una fecha próxima. Pocos días antes, en un banquete ofrecido a Marconi en Londres al que asistieran expertos en el campo de la electricidad, se había suscitado el tema de aplicar los aparatos Hughes o Baudot a la telegrafía sin hilos, afirmando el inventor italiano que ese era un problema de alta mecánica no resuelto hasta el momento. Matías Balsera acababa de dar con la solución.

Ese día fue doblemente grato para Matías Balsera puesto que a la satisfacción causada por el éxito  de su demostración se unió la de la pedida de mano de quien iba a ser su esposa poco tiempo después, Enriqueta Ruiz Ramos.

La Gaceta de Galicia, diario de Santiago de Compostela, incluye en su edición del 5 de mayo de 1912 un artículo de divulgación científica titulado «La Luz eléctrica»  que firma Matías Balsera y que versa sobre el funcionamiento de las lámparas, su consumo y el desgaste del filamento de estas.

El 21 de mayo de 1912, Marconi visitó la Central telegráfica de Aranjuez, celebrándose, en su honor, un banquete en el hotel Ritz al que asistió Balsera quien fue presentado al inventor italiano dedicando este frases de sincero y cariñoso elogio al español. El día antes, en la Iglesia parroquial de Santa Bárbara, Matías Balsera contraía matrimonio con Enriqueta Ruiz Ramos, siendo los padrinos de boda, El oficial de la Guardia Civil, Vicente Morales y la madre de la novia, Enriqueta Ramos.

Matías Balsera presenta en septiembre de 1912 al Director General de Comunicaciones un nuevo sistema de telegrafía tipográfica que supera en rendimiento a los aparatos existentes hasta entonces. El Hughes alcanza las 600 letras por minuto, mientras que el baudot lo hace a 180 y el sistema inventado por Balsera lo hace a 1820, siendo susceptible además de emplear la transmisión duplex. El día 12 de diciembre se efectúan las pruebas oficiales entre las estaciones telegráficas de Madrid y Barcelona con buenos resultados.


Matías Balsera ante su aparato telegráfico rápido en diciembre de 1912



A las mismas asistieron el Director General de Comunicaciones y varios jefes de Telégrafos, participando, como operadores, Luis Calle, uno de los españoles premiados en el Concurso Internacional de telegrafía práctica celebrado en Turín en 1911 en Madrid y Antonio Castilla López en Barcelona.

Fue también en 1912, cuando Balsera idea la sustitución del aire comprimido por la pólvora en combustión lenta como fuerza de propulsión de los torpedos, siendo adoptado por la Armada en Estados Unidos donde los torpedos y los tubos lanzadores de estos fueron marcados con el nombre «Balsera».



Matías Balsera Rodríguez en diciembre de 1912

Pensionado por La Dirección General de Correos y Telégrafos sale de viaje para Amberes el 12 de septiembre de 1913 con objeto de perfeccionar sus inventos y efectuar estudios sobre telegrafía y radiotelegrafía en Bélgica. Esta vez, su ausencia se prolongará por ocho años.

El Ministerio de Marina había declarado que el control de los torpedos a distancia por medio de la radio no interesaba a la Armada española; sin embargo, la alemana adquirió en 1914 su sistema, y desde Ostende (Bélgica), Balsera controló un barco misterioso que obligó a encerrar en el puerto militar de Dover a la escuadra inglesa, facilitando así que los submarinos alemanes atravesaran el canal de la Mancha. Alemania invadió Bélgica en agosto de 1914, lo que provocó la entrada en el conflicto de Gran Bretaña en ese momento. El 22 de septiembre de 1914, cerca de Ostende, el submarino alemán U-9 hundía en unas horas a tres cruceros acorazados británicos.

Poco después, cuando los alemanes amenazaban la ciudad de Amberes donde residía, a finales de septiembre de 1914, Balsera se trasladó a Inglaterra.




lunes, 4 de abril de 2016

Isidro Calvo Juana, autor del primer libro de radio español




Isidro Calvo Juana (1861-1928)

Autor: Tomás Manuel Abeigón Vidal (EA1CIU)

abeigont@gmail.com
Pontevedra
 

Isidro Calvo Juana
Nació el 19 de enero de 1861.

Ingresó en la Academia de ingenieros del Ejército (Guadalajara) en 1878, en donde ascendió a alférez en 1881 como alumno de tercer año, finalizando la carrera en 1883 con el grado de teniente.

El 19 de septiembre de 1886 tropas del regimiento de infantería de Garellano y del de caballería de Albuera, acuarteladas en el cuartel de San Gil (situado en lo que hoy es el entorno de la plaza de España en Madrid) y a las que se unieron algunos paisanos de ideas antimonárquicas, protagonizaron el último levantamiento republicano del siglo XIX. Fracasada la asonada, en su huída, un grupo de los sublevados se presentó en Morata. Perseguidos por el regimiento de húsares de La Princesa, los soldados republicanos se emboscaron en calles y casas, lo que provocó un enfrentamiento entre los dos bandos en medio de la sorpresa de los morateños. El 9 de octubre de 1886, en un acto solemne se procedió a la imposición de la Cruz del mérito militar a los soldados heridos o distinguidos en dichos acontecimientos en defensa de la monarquía, en presencia de la Reina Regente. Isidro Calvo Juana dibujó para la revista La Ilustración nacional la escena de ese acontecimiento desarrollado en la explanada del Cuartel de la montaña de Madrid, siendo publicada junto a  la información sobre el acto en su edición del 30 de octubre de 1886.

Dibujo de Isidro Calvo Juana,  9 de octubre de 1886

Destinado en el Batallón de Telégrafos, el 20 de diciembre de 1888 ascendió a capitán,  quedando a disposición del Director general de ingenieros hasta febrero de 1889, momento en el que pasó a formar parte del primer regimiento de zapadores minadores.

En 1890 fue profesor de la Academia preparatoria para carreras especiales, civiles y militares del Colegio Santo Tomás de Aquino de Logroño, impartiendo las materias de geometría y dibujo natural, lineal y topográfico.

A comienzos de 1892 participó en una misión científica a expensas del Instituto Geográfico y Estadístico, en la que, al mando de una sección del Batallón de Telégrafos, tendió una doble linea telegráfica de 50 kilómetros de longitud, enlazando el vértice de Tetica (Almería), situado a 2.088 m. de altitud, con la red telegráfica del Estado, en la estación de Baza (Granada); y una telefónica entre Tetica y Tijola (Almería). Dichos trabajos, de gran penalidad debido a las características del terreno, se efectuaron en el plazo de 26 días hábiles, contando para ello, el teniente Calvo, con 13 soldados.

En febrero de 1892 fue destinado al Batallón de Ferrocarriles.

Escribió en 1895 un libro titulado "Guía práctica para la contabilidad interior de los diferentes Cuerpos del Ejército"  por el que fue condecorado ese año con la Cruz de 1ª clase del Mérito militar con distintivo blanco.

A finales de marzo de 1896 firmó un artículo, con Baltasar Montaner Bennazar, titulado Material de transportes para las unidades del Batallón de Ferrocarriles, que publicó el Memorial de ingenieros del ejército en tres partes, en los meses de abril a junio de ese año.

El 26 de marzo de 1896 es destinado a la Academia de Ingenieros del ejército (Guadalajara) donde formó parte del cuadro de profesorado de la misma impartiendo la materia de dibujo. Traducía entonces tres idiomas: francés, inglés e italiano.

Academia de Ingenieros del Ejército de Guadalajara (1833-1924)



Edificio de la Academia de ingenieros del Ejército de Guadalajara (1833-1924)


La Academia se instaló en el edificio que anteriormente era la Real Fábrica
 de Paños En Guadalajara y que fue destruido en 1924 por un feroz incendio

En noviembre y diciembre de 1896 publicó, en el Memorial de ingenieros, el artículo titulado Conveniencia de la transmisión duplex en algunas estaciones telegráficas de campaña. (El dúplex es un sistema que permite mantener una comunicación bidireccional, emitiendo y recibiendo mensajes de forma simultánea).

Primer libro español sobre radio

Autor del libro titulado Aplicaciones de las oscilaciones hertzianas a la telefonía y telegrafía eléctricas sin hilos conductores, el cual contiene la base fundamental científica y los progresos prácticos de la radio hasta finales de 1899. Publicado en agosto de 1900, fue el primero y único existente en la materia en nuestro país hasta 1904. La reseña que publicó La Energía Eléctrica el 20/8/1900 sobre la aparición del libro lo calificaba así: "[...] Este interesante libro, resumen completísimo, notable por la sencillez y claridad de la exposición de cuanto se ha escrito sobre tan interesante materia y que se hallaba desperdigado en varios artículos de Revistas y en diferentes folletos, ha venido a llenar un vacío que se hacía sentir. [...]".

El 26 de marzo de 1901 es condecorado por sus cuatro primeros años de profesor en la Academía con la cruz pensionada de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo blanco y pasador del profesorado.

El 1 de julio de 1901 escribe un artículo titulado Torpedos dirigibles por medio de las ondas hertzianas publicado por la revista La Energía Eléctrica, en él dio cuenta del sistema ideado por el ingeniero electricista inglés Cecil Varicas que había comenzado a desarrollar en 1898.


Ilustración de su artículo sobre torpedos dirigibles

En enero de 1902, escribió en la revista La Energía eléctrica un artículo sobre el papel de la tierra en la telegrafía sin hilos, dando cuenta de experiencias realizadas por científicos extranjeros en ese campo. En concreto recoge los ensayos realizados en julio de 1901 en Vesinet por el coronel ruso Pilsondski con la ayuda de Víctor Popp, donde habrían conseguido mediante telegrafía telúrica comunicar a una distancia de unos 500 metros.

En marzo de 1902 escribió un artículo titulado Telegrafía sin hilos. El método de Marconi y sus perfeccionamientos más importantes, que fue publicado en los meses de marzo, abril y mayo en el Memorial de ingenieros del ejército. En el mismo describe los avances conseguidos por Marconi en su sistema que le permitieron incrementar considerablemente la distancia de comunicación. En las experiencias verificadas por Marconi en el mes de enero de 1902 entre San Juan de Terranova y Cornwall (Inglaterra), salvó una distancia de 2.690 kilómetros, superando con gran ventaja a las verificadas anteriormente en Inglaterra, y a las que tuvieran lugar entre Córcega y Francia, viendo Marconi realizadas sus esperanzas de conseguir un aumento considerable en la distancia de comunicación, por medio de la perfección del sintonismo de sus aparatos telegráficos.

El 15 de abril de 1902 fue condecorado con la cruz de primera clase del Mérito Militar con distintivo blanco pensionada por la contribución que supuso la publicación de su libro Aplicaciones de las oscilaciones Hertzianas a la telegrafía y telefonía sin hilos conductores al conocimiento y difusión en nuestro país de este nuevo sistema de comunicación.

Un número extraordinario de La Energía Eléctrica, revista dirigida por el ilustre José Echegaray, se publicó a finales de mayo de 1902 con motivo de la coronación de Alfonso XIII. Se trataba de un tomo de 240 páginas con una magnífica portada a color y papel estucado y gran número de ilustraciones. Encabezaba este libro una dedicatoria al Rey, y un retrato del joven Monarca vestido con traje de ingeniero militar. El texto estaba conformado por numerosos artículos escritos por primeras figuras del ámbito de la técnica eléctrica en sus diferentes aplicaciones, entre ellos, el titulado Telegrafía sin hilos, breve resumen de los progresos verificados desde la fecha de su descubrimiento firmado por Isidro Calvo Juana.

En septiembre de 1902, Calvo Juana fue destinado al 1º Regimiento de Zapadores minadores, dejando la Academia de Ingenieros al cumplir el plazo máximo estipulado para el profesorado.

En octubre de 1902 es ascendido a Comandante y destinado a la Compañía de aerostación en Guadalajara a cuyo mando se encontraba el Teniente Coronel Pedro Vives Vich.

Fue condecorado por el mérito que contrajo, siendo el jefe de la expedición, en la ascen­sión libre que llevó a cabo el 2 de Abril de 1903 en el globo Marte al objeto de realizar estudios meteorológicos, mostrando gran pericia y serenidad, y dominando las graves dificultades que se presentaron, evitando, de esta forma, una catástrofe.



En septiembre de 1903 presentó a las autorizadas militares, en colaboración con  el capitán y detall de estudios técnicos del Parque aerostático de Guadalajara, Francisco de Paula Rojas Rubio, un sistema de control a distancia de torpedos mediante telegrafía sin hilos del que eran ambos autores. La memoria presentada fue merecedora de informe favorable da la Real Academia de Ciencias en enero de 1904, a pesar de lo cual, nunca  llegó a ser aplicado dicho sistema.


Capitán de ingenieros Francisco de Paula Rojas Rubio

El 17 de febrero de 1905 regresó a la Academia de Ingenieros como profesor, abandonando la Compañía de aerostación.


Entre el 2 y el 17 de marzo de 1905 viajó a Madrid para participar en la reunión previa de los delegados españoles que asistirían a la Conferencia internacional de telegrafía sin hilos que se celebró en Berlín en octubre de 1906. Como resultado de su participación y trabajos  efectuados en la misma fue condecorado en 1908.



 


Claustro de profesores de la Academia de Guadalajara en mayo de 1906

En enero de 1910 fue ascendido a Teniente coronel, siendo destinado al primer Regimiento Mixto, aunque siguió como profesor en la Academia de Guadalajara hasta la finalización del curso de ese año. En julio es condecorado al cumplir el segundo plazo de cuatro años como profesor del Centro. Destinado a Ceuta en enero de 1911, recibe una nueva condecoración, en abril de ese año, por méritos extraordinarios contraídos como profesor de la Academia de Ingenieros.

En 1913 es condecorado por méritos de campaña en África. Nuevamente en 1916 por el mismo motivo por los años 1915 y 1916.

En 1917 es destinado a la Comandancia de Ceuta. Ascendido en 1918 permanece en la misma ciudad tras ser nombrado Comandante en jefe de las tropas de dicha plaza.

En 1920 vuelve a ser condecorado por méritos adquiridos en África durante 1918. Y nuevamente en 1921 por el mismo motivo.

En enero de 1923 pasa a la reserva quedando afecto al 2.° Batallón de Reserva de Zapadores minadores, fijando su residencia en Barcelona.

En 1925 se le concede retiro para Málaga, ciudad en la que pasó los últimos años de su vida y donde falleció el 14 de mayo de 1928.



Revista Radioaficionados noviembre 2016

Revista Radioaficionados noviembre 2016


Enlaces de interés:

Biografía de Isidro Calvo y Juana en el Foro Histórico de las Telecomunicaciones por EA1CIU